«Pa’ bailar Tijuana» es más que un conjunto de movimientos al compás de una melodía, es la viva expresión del sentir de la gente, un escape ante la rigidez de lo cotidiano que puede convertirse en una epifanía personal en la colectividad.
Victoria Zepeda Sotelo, directora general de Promotora de las Bellas Artes e impulsora del evento artístico ciudadano que llega a su doceavo año de haberse dado a conocer, sostiene al respecto que este inició en un contexto dificil para la comunidad local, dado el clima de violencia de aquel entonces.
«Es una iniciativa que surgió hace 12 años en el marco de una situación compleja que estaba viviendo la ciudad y que no permitía a la ciudadanía habitar los espacios públicos».
Ante eso, fue que se vislumbra una vía encaminada a fortalecer a las personas, ayudarles a contrarrestar las consecuencias de la inseguridad, la inestabilidad, incertidumbre y por tanto el temor por disfrutar con tranquilidad sus libertades.
En ese sentido mencionó que una ciudad poco amigable con sus peatones, tendrá al tiempo un ambiente poco propicio para alcanzar la felicidad, por tanto «Pa’ bailar Tijuana» ha sido una forma acertada para revertir ese escenario adverso.
«Las ciudades son los reflejos los sueños y miedos de las personas, por tanto nos planteamos a revertir esto último y concentrarnos en lo que sí queremos, poder habitar la calle, poder transitar la ciudad», puntualizó Zepeda Sotelo.
«Queremos recordar que el arte y la cultura no son objetos o bienes para ser colocados en museos, sino para el encuentro ciudadano, de ahí que la coreografía creada Henry Torres, de la compañia de danza Lux Boreal, en conjunción al canto de Julieta Venegas y la musicalidad del grupo argentino de tango electrónico, Bajo Fondo, fortalecen el valor de la identidad y con ello el deseo de un mundo mejor.