- El autor es Director General de la asociación civil Generación PRIISMA (Proyecto para la Inclusión de Invidentes de la Sociedad Mexicana)
- De la discapacidad a la incapacidad, de lo deseable a lo conveniente, ¿cuánta distancia hay?
Tijuana-BC // Agosto 4 de 2014 // José Manuel García Arreola

Para nadie es un secreto el aumento alarmante de las discapacidades en nuestro país y en el mundo, esto debido a múltiples factores. Pobreza creciente acompañada de ignorancia por falta de información acerca de la prevención de la discapacidad y las enfermedades Discapacitantes como la diabetes por mencionar alguna, son algunas de las causas principales del aumento de la discapacidad en general.
Debemos reconocer que este tema es uno que no hemos atendido de manera correcta. Seguimos escuchando en ocasiones porcentajes de personas con discapacidad dados por nuestras autoridades, que definitivamente no coinciden con la realidad ni con las cifras que nos aporta la OMS (organización mundial de la salud).
Seguimos viendo con asombro cuando mencionamos la CONVENCIÓN DE DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD, que no es conocida por las personas que deberían conocerla, ya que trabajan por y para personas con discapacidad y reciben un sueldo por ello.
Debemos aceptar la realidad para tener un diagnostico fidedigno pues solo de esta manera podremos entender esta realidad y mejorarla. Por mucho tiempo, sin generalizar, creímos que si nos hacíamos como que no la veíamos entonces no existía, esto le permitió crecer y convertirse en un asunto prioritario aunque no entendido a cabalidad. Es tiempo, como lo ha sido para muchos en el pasado, luchadores sociales, de aceptar nuestra culpa. De reconocer nuestra incapacidad por no haber entendido ni atendido las necesidades de las personas con discapacidad y esa “MEA CULPA” es para todos, no solo para el gobierno sino para la sociedad en general y también las propias personas con discapacidad.
Nuestros gobiernos en parte siguen pensando compensar esa incapacidad del pasado con dar despensas y descuentos a personas con discapacidad y esto es lo conveniente para ellos mas no es lo deseable, lo deseable sería que nadie tuviera necesidad de una despensa. Lo deseable sería tener un sistema educativo para todos y al decir todos me refiero a todos con el derecho a estar en un mismo espacio. Lo deseable sería tener ciudades para todos, con un urbanismo diseñado para todos los ciudadanos. Si lo pensamos bien esto no requiere de mayor inversión ya que hacer banquetas con rampa o sin rampa cuestan exactamente lo mismo y el poner los postes o letreros permitiendo la libre circulación de todos tampoco conlleva un gasto extra.
Lo deseable sería que la iniciativa privada entendiera y diera la oportunidad a personas con discapacidad mostrar sus capacidades reales para el empleo, no por lastima sino como el derecho inherente en todo ser humano de seguir siendo productivo.
Lo deseable sería que todos como sociedad nos viéramos como iguales, mismos derechos mismas oportunidades siempre respetando nuestras diferencias. “En la diversidad, en la suma de las diferencias es donde radica la fortaleza de los pueblos”.
Lo deseable sería que las personas con discapacidad, todas, levantáramos la cabeza y le dijéramos a nuestros gobiernos, a nuestra sociedad que es lo que queremos, que necesitamos, porque no debemos ser vistos de manera diferente, como debemos ser llamados. Explicarles que no somos una discapacidad, somos personas y como tales tenemos los mismos derechos que todos. Es nuestra responsabilidad el explicarles todo esto, no solo sentarnos a esperar a que todos en nuestro entorno lo entiendan, tomemos en cuenta que normalmente tememos a lo desconocido o a lo que no entendemos. Entonces expliquémoslo.
Afortunadamente estas últimas décadas las personas con discapacidad hemos empezado a hacer lo descrito en el párrafo anterior, podría yo decir que hemos salido en apoyo de la incapacidad sin embargo falta mucho camino por recorrer. Han sido muchos años que la discapacidad y la incapacidad ha caminado de la mano y aunque eso está cambiando, no debemos quitar el dedo del renglón.
¿Nos conviene reconocer la incapacidad?, ¿Nos conviene un diagnostico real?, ¿Nos conviene abrir una brecha grande entre la incapacidad y la discapacidad?, ¿Cómo se conseguiría entender y cambiar esto?
No es muy complicado, la respuesta se llama INCLUSIÓN.
¨DAR ALGO A LOS MAS VULNERABLES ES UN ACTO DE JUSTICIA, PERO DAR LO QUE UNO ES, DARSE A UNO MISMO ES UN ACTO SUBLIME.¨
¨UNA MANERA DIFERENTE DE VER¨