Desde que la Secretaría de Salud del Gobierno de México emitió las primeras recomendaciones para enfrentar al COVID-19, esto durante el primer bimestre de 2020, la Arquidiócesis de Tijuana inició la implementación de medidas para reducir el riesgo de contagio durante la misas en las iglesias de esta región fronteriza, algo que al tiempo, ya en marzo, derivó en la suspensión de las celebraciones litúrgicas presenciales.
Ante esto, decenas de cientos de personas afines o seguidoras de la fe católica se vieron afectadas ante la imposibilidad de poder ingresar a los templos para meditar, rezar o recibir la eucaristía, además de escuchar lecturas bíblicas, ser parte de los cantos y los rituales propios de esta religión milenaria.
Las puertas se cerraron, pero las ventanas de internet se abrieron y en particular a través de facebook, pues fue mediante esta red social que la gente pudo seguir de manera virtual las misas, dado que desde algunas parroquias se hizo posible la transmisión en vivo y en varios momentos.
Sin embargo, ante el incremento de fallecimientos y gente enferma como resultado de la propagación del coronavirus, aunado a las dificultades económicas, el alejamiento social, la necesidad de entrar en oración de alguna forma u otra fue creciente, más ante la llegada de la Semana Santa.
Brígidas y Adoratrices
Lo sorpresivo y para regocijo de la población católica, fue que tanto las madres Brígidas y las Adoratrices desde sus respectivos espacios tijuanenses, abrieron a la comunidad digital sus momentos para la contemplación y adoración del Santísimo Sacramento, de tal manera que cualquier creyente pudiese sumarse a las oraciones con el uso de la tecnología.
Un ejemplo de ello que fue que ante la prohibición para la realización de actividades al aire libre durante el Domingo de Ramos, el Jueves y Viernes Santo, así como el Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección, ellas hicieron posible el vivir la experiencia espiritual sin salir de casa.
El Rosario en línea
Pareciera que todo terminaría ahí, sin embargo, al poco tiempo, las alertas de facebook de aquellos que siguen las páginas de unas y otras se activaron, viendo que iniciaba una misa o se invitaba a rezar el Rosario en momentos específicos y en tiempo real, más en punto de las tres de la tarde.
Llamaron la atención sus convocatorias a tal grado que muchas personas hoy en día esperan con ánimo y esperanza el momento para recitar con devoción los componentes de los Misterios.
Cada Ave María y Padre Nuestro que se escuchan con fuerza en los teléfonos celulares o la computadora tienen varias intenciones, pero en particular la solidaridad con el Papa Francisco, la Iglesia, las personas contagiadas por el COVID-19, el personal médico y de enfermería, investigadores y servidores públicos, sin olvidar a las familias de las víctimas de la pandemia.
Algo que motivó y mucho más, fue el que feligreses pudieran incluir a sus seres queridos fallecidos dentro del listado de nombres por quienes se hace oración, logrando de esta manera reducir un poco la aflicción de madres, padres, tías, hijas, abuelas, esposas y amigos ante la pérdida reciente de un ser amado bajo cualquier circunstancia.
Sin duda, estas jornadas de alabanza y de diálogo con Dios, serán parte de la llamada Nueva Normalidad, algo que se ha ido forjando de manera acelerada y que habrá de quedarse de manera parcial o total conforme se vaya combatiendo al virus y la enfermedad, más en la medida que la población cumpla con las indicaciones de las autoridades sanitarias, respetando así la vida personal y la de su prójimo.
Heroísmo espiritual
Si de heroínas se puede hablar, las hermanas Adoratrices y Brígidas junto a las de otras congregaciones presentes en Baja California y todo México, son las que también se deben incluir y mencionar.
Por ahora el exhorto a sumarse a buenas causas queda, de ahí que se les puede seguir en los siguientes enlaces web: