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domingo, marzo 26, 2023

Mara, no pidas perdón por ser mujer

Mensaje para joven desaparecida | El discurso del rector de la UMAD, evidencia el sentir conservador, reproductor de prejuicios

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Puebla-Puebla | Karla Castillo-Kara Castillo


“Mara no pidas perdón por ser mujer”, es el mensaje de Vivien Vázquez publicó en la red social Facebook, dedicado a Mara Fernanda Castilla Miranda, estudiante de la UPAEP desaparecida desde el pasado viernes luego de salir de a las 5:00 de la madrugada de “The Bronx”, bar ubicado en San Andrés Cholula.

“El mensaje de Vivien Vázquez, que se ha vuelto viral con más de 639 likes y con 452 usuarios que le han replicado en menos de 18 horas de haberse hecho público, lanza una reflexión al fenómeno de la violencia hacia las mujeres, y atina contra discursos morales que revictimizan a las víctimas de las agresiones, promoviendo su culpabilidad”, sostuvieron académicos especialistas en Estudios de Género, que también le compartieron.

En el muro de Vivien Vázquez se lee: “Cuando regreses a casa porque así será, no pidas perdón por haber salido con tus amigos a divertirte, tampoco por haberte puesto linda, no pidas perdón por haber tomado la cantidad que hayas querido tomar si es que lo hiciste, mi niña no pidas perdón por haberte divertido esa noche, por haber bailado y cantado, Mara no pidas perdón por haber estado hasta las 4 o 5 am, por haberte querido ir sola, no pidas perdón por haber solicitado un servicio de transporte al final de cuentas querías llegar segura, no pidas perdón por haberte distraído en el camino por quizá haberte quedado dormida, no se te ocurra pedir perdón por confiar en la gente. Por ahí leí «seguro ya cogía» si lo hacías no tienes por qué disculparte. Mara no pidas perdón por ser mujer.

“Mara, nosotros te pedimos perdón por juzgarte, por criticar tu vida en todos los aspectos, por hacerte sentir responsable de lo que tú y tu familia no tienen la culpa, perdón por revictimizarte, por justificar a gente que daña a otras personas haciéndolas sentir que cuando alguien se encuentra vulnerable puede lastimarlas, agredirlas, violarlas, desaparecerlas o matarlas, perdónanos por no dejarte divertir ni disfrutar tu juventud, por querer apagar tu magia, Mara perdón porque cada vez que hemos hecho esto con alguna mujer hemos acrecentado la creencia de que está bien lo que ellos hacen, de que no pasa nada.

Mara, cuando vuelvas da gracias, entiende que no hay nada malo en ti ni en lo que haces. Espero que seas muy feliz.
Deseo de corazón que nadie te haya lastimado.
Te estamos esperando.
De parte de alguien que no te conoce, que te quiere de vuelta y que más de una vez ha tenido que gritar «No quiero». (SIC)

Orden patriarcal: la calle y la noche, restringidos para las mujeres

Cirilo Rivera García, director del colectivo Equidad, Bienestar y Salud A.C., y el antropólogo Luis Fernando Gutiérrez Domínguez, miembro de la Asociación Mexicana de Estudios de Género de Hombres, ambos catedráticos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), reconocieron que el mensaje de Vivien, es una defensa al derecho de las mujeres a la vida pública y al reclamo de las garantías para vivir el espacio “de todos”.

Aseguran que sin quererlo, pone de manifiesto la violencia hacia las mujeres al negarles el derecho más elemental, el uso democrático de los espacios públicos a través del discurso moralista que termina culpabilizándoles por transgredir un orden que parte desde la misoginia y el machismo.

“Aunque existe una declaratoria política de que somos un estado democrático, garante de derechos a hombres y mujeres, en la práctica prevalece una concepción misógina y machista, sostenida en una “biología sexual” que rige los comportamientos, una especie de mandato político sutil que ordena espacios y horarios que deben ser vividos de diferentes formas por ambos sexos”, explicó Fernando Gutiérrez.

La concepción que se supone propia de un discurso antíquisimo, manoseado y ya superado — asegura el académico miembro candidato al Sistema Nacional de Investigadores— es vigente y constituye una violación más a los derechos de las mujeres.

“Es la concepción de que los espacios públicos y nocturnos, no son propios de las mujeres, esta idea que implica una noción de dominación reduce lo femenino a los espacios privados (casa), culpabilizándoles de las agresiones que pudieran sufrir de haber transgredido este orden”, dijo.

Insistió en que se vive una especie de condena social que lo que hace es apuntar que las mujeres no puedan disponer por su libre albedrío del tiempo y del espacio, socialmente restringido.

Tanto para Cirilo Rivera como para Fernando Gutiérrez, el discurso de Job César Romero, rector de la Universidad Madero (UMAD) es la evidencia del sentir conservador, reproductor de prejuicios permeado por valores morales que no corresponden con la dimensión de un estado que públicamente se reconoce como laico.

“(el rector) Dice que el incremento a la violencia de las mujeres se da por una “liberalización de las prácticas de ellas”. Yo sostengo que la “liberalización de las mujeres” es lo menos que se esperaría en un estado de derecho que tiene como obligación garantizar el libre tránsito, el derecho al espacios públicos de todos”.

“Su declaración está plenamente fuera de lugar. Lo que él plantea es la existencia de una sociedad regida por lineamientos de orden moral, fundamentalmente religioso que en una sociedad laica son incluso ofensivos. A una mujer no se le puede impedir, cuestionar o recriminar que circule por horas y por lugares por ser “moralmente inapropiados”, indicó Fernando Gutiérrez.

Cirilo Rivera calificó al discurso del rector como conservador, retrógado masculinista y misógino que confirma la separación de hombres y mujeres en sus derechos y libertades.

“Se vuelve a plantear la idea de que si las mujeres no se someten a una concepción patriarcal, ellos no tendrían por qué ejercer esta violencia. La culpa del agresor es entonces instalada en la víctima. Preocupante que lo diga un rector”, sostuvo.

Para Rivera, la cultura machista tiene un ojo vigilante que se encarna en todos. “La mirada que hombres y mujeres proyectan hacia las víctimas reproduce las violencias contra las mujeres, es tan sutil que se cuela, es fácil reproducirla”, asentó y llamó a vigilarla.

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